CONTENCIÓN DEL DINAMISMO ECONÓMICO
- José María Gonzalez Lara
- 24 ene 2024
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En septiembre de 2023 INEGI informó que el ingreso al mes de junio se incrementó 4.3% respecto al mismo mes del año anterior. Esto es congruente con la información del ingreso promedio trimestral de los hogares en junio del 2022 con 63,695, con incremento de 11% respecto a 2020 (en ese periodo, en Coahuila el promedio fue 65,000 pesos trimestrales).
Los componentes principales del ingreso de las familias se ubicaron en 65.7% producto del trabajo y 17.2% de las transferencias del gobierno federal, es decir 83 de cada cien pesos que reciben las familias provienen de estos dos rubros. Se precisa que 1 de cada 3 hogares están inscritos en algunos de los programas sociales federales: respecto al año 2018, en el 2022, los apoyos para el consumo familiar se incrementaron 100.9%.
Se ratifica porque, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 22, de 2018 a 2022 los hogares menos favorecidos incrementaron 20% sus ingresos, mientras que los hogares de mayor ingreso lo redujeron en 2.2%; aunque con rezago social: en ese año, los hogares más pobres recibieron 2.1% del ingreso nacional, mientras los hogares más ricos recibieron 31.5%.
La inversión fija bruta en septiembre de 2022 creció 23.5% respecto al año 2021. Por otra parte, en diciembre pasado el consumo privado aumentó 5% a tasa anual (24.3% bienes y servicios importados, 1.7% de producción nacional). Ingresos por salarios y apoyos del gobierno federal y generación de empleos son dos rubros importantes en el crecimiento económico del país, con más de 3% el año recién concluido.
Sin embargo, según INEGI, se presentan cifras negativas en variables que pueden anunciar reducción en el dinamismo económico. A reserva de que la inversión directa a tasa anual ha tenido incremento, a septiembre de 2023 la tasa mensual se redujo: la inversión en construcción con aumento de 26.5% anual, pero mensual se redujo 5% (la construcción no residencial cayó 11.3%); la inversión fija bruta aumentó 23.5% anual, pero mensual se redujo 2.5%. Eventualmente, la inversión directa tendería a reducir su impulso.
Respecto al consumo privado, aun que en noviembre pasado la tasa anual aumentó 5.1%, respecto a octubre sólo aumentó 0.1%. Esto puede deberse a la lenta reducción de la inflación, así como la reducción del poder adquisitivo de las remesas por la apreciación del peso, además, aunque el salario mínimo real se ha incrementado, han aumentado las personas que reciben de uno a dos salarios mínimos y se han reducido quienes reciben de tres salarios mínimos hacia arriba.
Además, aunque aún es manejable, la cartera vencida bancaria en el crédito al consumo, según el Banco de México, tiene tendencia al alza: en julio de 2022 el saldo fue 60.3 mil millones de pesos, en el mismo mes de 2023 ascendió a 72.3 mmdp; en el periodo señalado los vencimientos en tarjeta de crédito se elevaron 48.4% en préstamos personales 43.1% y vivienda se redujo sólo 1%, con un total de 38.6 mmdp, con incremento de 68.5% respecto a julio de 2022 cuya cifra fue 26.4 mmdp, atrasos en pagos seguramente por altas tasas de interés crediticias, que superan en tres veces la tasa al ahorro, más las comisiones.
Por otra parte, INEGI informó que la actividad económica se redujo, ya que de julio a septiembre del año pasado creció 3.3% y de octubre a diciembre dicho incremento se redujo a 3%, en los meses que, se supone, son de amplio dinamismo productivo y comercial.
Las expectativas sobre la economía nacional son positivas, sin embargo, se deben revisar variables económicas sensibles, en un año electoral que puede inducir a reducir la inversión directa y el consumo, hasta esperar las decisiones del gobierno federal que resulte de las elecciones. Es decir, eventualmente, puede iniciar contención del dinamismo económico del país.
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